Ayer, jueves 23 de Agosto, terminamos el curso de verano de Griego clásico, tras dos intensos meses. Tuvimos nuestro correspondiente examen fin de curso, que consistió en la traducción del comienzo del discurso de Lisias Contra Eratóstenes. Nada de lo que preocuparse, ya que todos estabamos los sufiecientemente preparados para hacer frente a esta traducción. Antes habíamos traducidos completos Lisias 1 (Defensa de la muerte de Eratóstenes) y Lisias 3 (Contra Simon).
Han sido estos dos meses apasionantes: empezamos no sabiendo practicamente nada de griego clásico (algunos no sabían bien el abecedario griego) y hemos terminado traduciendo textos sin adaptar de Lisias. Hablo siempre el plural porque, sin excepciones, todos en la clase hemos conseguido este nivel; obviamente, unos un poco más, con más habilidad, y otros un poco menos, pero todos con los suficientes conocimientos para traducir estos textos. De esta manera, el curso ha sido aún mucho mejor, más fácil.
Otra cosa que también ha ayudado mucho en esta gran experiencia ha sido nuestro profesor, Kostas. Las clases ha sido amenas a pesar de la dificultad que a veces encontrabamos. La pasión que demostraba era contagiosa. Ha sido una gran suerte encontrar a alguien que, no sólo le gusta el mundo clásico y sabe sobre el mundo clásico, si no que también le gusta transmitirlo: en otras palabras, un profesor.
¿Por que digo que este curso ha sido para mi una experiencia apasionante? Para muchos podría verse simplemente como un curso en el que aprendes un idioma, su gramática, fonética, etc, pero en este caso, para mi, aprender griego clásico me ha abierto las puertas a un inmenso mundo, un planeta habitado por Homero, Sófocles, Tucídides,...¡Un extraordinario mundo! Me queda mucho aún por aprender, y voy a hacerlo, sin duda con la misma pasión que hasta ahora.
Animo a cualquiera que quiera iniciarse en griego clásico a realizar este curso. Vale la pena dedicarle estos dos meses de verano, ya que los resultados son francamente buenos.
Esta es la historia de un hombre que siente piedad y se siente humano. Y así es como transcurre esta historia, desde el principio hasta el final.
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3 comentarios:
Me quedo con la frase en la que dices:
"La pasión que demostraba era contagiosa. Ha sido una gran suerte encontrar a alguien que, no sólo le gusta el mundo clásico y sabe sobre el mundo clásico, sino que también le gusta transmitirlo: en otras palabras, un profesor."
A eso aspiramos muchos, aunque ya no seamos nada jóvenes.
Me alegro de que el curso te haya resultado apasionante.
Un saludo muy cordial.
Luis.
gracias, Luis, por tu comentario. El curso fue realmente apasionante: traducir textos en griego clásico ha sido emocionante. El fin de las traducciones es entender lo que se quiere decir, pero yo también disfruto durante el proceso de la traducción: descubir de qué están compuestas las palabras, cómo se relacionan entre ellas, etc, es un juego que me gusta.
Me alegro de que lo hayas disfrutado y hayas aprendido tanto en él. Qué buena suerte encontrarse con un profesor así. :) ¡Saludetes!
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